viernes, 16 de septiembre de 2011

Las mujeres acompañan a Jesús


Lucas 8, 1-3. Tiempo Ordinario. Son el reflejo del amor a toda prueba, de la fidelidad y de la ayuda a la obra de Cristo.
Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Lucas 8, 1-3


En aquel tiempo, Jesús iba caminando por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Oración

Qué dicha la de los Doce y de las mujeres que supieron reconocerte y por ello dejaron todo para acompañarte y servirte. Permite que encuentre la luz y la fortaleza en esta oración para permanecer siempre fiel a tu gracia, aun cuando se presenten dificultades y problemas.

Petición

Jesucristo, ayúdame a escucharte, acompañandote en la oración, en el Santísimo Sacramento.

Meditación

«En los versículos 8, 1-3 nos relata que Jesús, que caminaba junto con los Doce predicando, también iba acompañado de algunas mujeres. Menciona tres nombres y añade: “Y muchas otras que lo ayudaban con sus bienes” (8,3). La diferencia entre el discipulado de los Doce y el de las mujeres es evidente: el cometido de ambos es completamente diferente. No obstante, Lucas deja claro algo que también consta de muchos modos en los otros Evangelios: que “muchas” mujeres formaban parte de la comunidad restringida de creyentes, y que su acompañar a Jesús en la fe era esencial para pertenecer a esa comunidad, como se demostraría luego claramente al pie de la cruz y en el contexto de la resurrección» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 76). «La historia del cristianismo hubiera tenido un desarrollo muy diferente si no se hubiera contado con la aportación generosa de muchas mujeres» (Benedicto XVI, 14 de febrero de 2007).

Reflexión

Tres mujeres en primera línea. Cada una con su vocación particular y las tres seguidoras incansables de las huellas de Jesús.

María Magdalena pasó a la historia por ser la primera persona que vio a Cristo resucitado. Todos recordamos esa escena: ella, llorando junto al sepulcro; el Señor que se le aparece como si fuera el hortelano. Luego el encuentro y el anuncio a los apóstoles. María Magdalena, la apasionada discípula que está junto a la cruz en el Calvario, junto a la Virgen y san Juan.

Había otras mujeres que seguían al Maestro de Nazaret. Juana también le acompañó desde los tiempos felices de los milagros hasta el dolor del sepulcro tras la muerte de Cristo. Era una persona importante en la ciudad. Una de esas santas mujeres que sabían estar, al mismo tiempo, entre la alta sociedad de la época y entre los pobres que escuchaban las palabras del Mesías.

También Susana ejerció un papel importante. Ella colaboraba con sus bienes para que el Señor y sus discípulos pudiesen dedicarse a lo importante: la predicación del Reino de los Cielos.

Son mujeres de actualidad, con un testimonio muy vivo. Son el reflejo del amor a toda prueba, de la fidelidad y de la ayuda a la obra de Cristo.

Propósito

Acompañar a Cristo en el Santísimo Sacramento y llevar a los demás un mensaje de amor de Jesús.

Diálogo con Cristo

Permite, Señor, que tanto los hombres como las mujeres de hoy tengamos una gran necesidad de Ti y seammos apóstoles que propaguen tu mensaje de verdad y de caridad.

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